El actor perdió 13 kilos y ganó músculo para “The Cut”.
Estados UnidosPor Agencias
Orlando Bloom, famoso por dar vida a Légolas en El Señor de los Anillos y a Will Turner en Piratas del Caribe, ha llevado su cuerpo al extremo para su más reciente papel. El actor británico perdió 13 kilos y ganó notable musculatura para encarnar a un boxeador en The Cut, un drama que redefine el cine de boxeo. “No es algo para intentar en casa”, advirtió Bloom, consciente del desgaste físico y mental que implicó la preparación.
A sus 48 años, Bloom interpreta a The Boxer, un excampeón caído en desgracia que busca su redención sin importar los riesgos para su integridad física y emocional. La historia retrata la obsesión que lo consume tras una derrota demoledora, llevándolo a un límite que amenaza su estabilidad.
El propio actor relató a People que la parte más dura no fue solo la exigencia física, sino el impacto mental de un entrenamiento tan extremo. “La paranoia y la ansiedad eran reales y perturbadoras, causadas por la falta de sueño… y no se puede dormir cuando tienes hambre”, confesó.
El régimen fue tan severo que, durante tres meses, Bloom siguió una dieta estricta de atún y pepino, además de un entrenamiento de alto rendimiento. “Llegar a mi peso más bajo me llevó a pensamientos obsesivos sobre la comida. Soñaba con lo que comería después”, recordó.
The Cut, dirigida por Sean Ellis y escrita por Justin Bull, ofrece una mirada distinta al género: es una película de boxeo sin boxeo. Se centra más en la preparación y el desgaste invisible del deportista que en la pelea final. “Quería mostrar la lucha que casi nunca se ve, especialmente el reto de dar el peso”, explicó Ellis.
El filme, que cuenta también con las actuaciones de John Turturro y Caitríona Balfe, tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde obtuvo críticas favorables por su enfoque inusual. El estreno comercial está previsto para el 5 de septiembre, prometiendo una experiencia intensa y emocional.
Esta transformación podría marcar un nuevo hito en la carrera de Bloom, no solo por su entrega física, sino por su disposición a explorar personajes más oscuros y complejos, alejados de sus papeles más icónicos y románticos.
