El histórico líder del Cártel de Sinaloa se declara culpable de narcotráfico ante una Corte de EU.
ESTADOS UNIDOSPor RedacciónIsmael “El Mayo” Zambada se declaró culpable de los dos cargos por narcotráfico que le imputó el Gobierno federal de Estados, con lo cual no habrá juicio contra el capo de capos del Cártel de Sinaloa, quien, entre otras cosas, aceptó que pagará una multa por 15 mil millones de dólares.
La confesión del líder histórico y cofundador del Cártel de Sinaloa, ha sacudido no solo al mundo del narcotráfico, sino también a la política mexicana.
Ayer, frente a un tribunal federal en Brooklyn, Nueva York, el capo de 77 años aceptó haber creado y dirigido durante 50 años la red criminal más poderosa de México, revelando además que presuntamente pagó sobornos a policías, militares y políticos mexicanos.
Ante el juez Brian Cogan, “El Mayo” indicó: La organización que encabecé alentó la corrupción en mi país al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente.
Aunque los sobornos abarcan varias administraciones a lo largo de medio siglo, la declaración de Zambada se convierte en un gran escándalo para el gobierno actual, que ha prometido una lucha frontal contra la corrupción.
La confesión de “El Mayo” dejaría en evidencia que la corrupción institucional fue clave para el crecimiento del Cártel de Sinaloa, lo que explica cómo pudo operar con impunidad durante décadas y expandirse hasta convertirse en uno de los grupos criminales más poderosos.
De confirmarse estas revelaciones en los documentos judiciales, el caso podría tener repercusiones políticas y diplomáticas.
Y es que el testimonio de “El Mayo” Zambada se suma a otros juicios en Estados Unidos que han destapado la presunta colusión entre autoridades mexicanas y el narcotráfico.
Lo que vieneLa sentencia de Zambada se dará a conocer en los próximos meses en Nueva York, donde enfrenta 17 cargos que incluyen narcotráfico, lavado de dinero y delitos con armas. Aunque el acuerdo con la fiscalía le evita la pena de muerte, podría enfrentar cadena perpetua.
Mientras tanto, en México persiste la gran incógnita sobre qué nombres saldrán a relucir tras su confesión.